«Venid a mi los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré»
(Mt 11,28)
La Oración de Misericordia es un encuentro con Dios vivo
Es ponerse en presencia de Dios y abrirle el corazón para que actúe en nuestra vida.
El Señor nos ama y le importa todo de nosotros, nos conoce por nuestro nombre y está deseando que le pidamos con fe y sencillez lo que necesitamos. Él ya lo sabe, pero está deseando que se lo pidamos.
El tercer jueves de cada mes, nos reunimos en la iglesia para alabarle, darle gracias y pedir, por medio del Espíritu Santo, por todo aquello que nos preocupa, bien sea algo físico o algo espiritual «porque el que pide recibe» (Mt 7,8).
Un buen momento para interceder: para presentar al Señor aquellas personas que necesitan de la misericordia de Dios. Tú oración es importante y no hay ninguna técnica pues Dios con su infinita misericordia y poder es el que actúa. La fuente de la curación es el amor de Dios.
