sábado, 27 de junio de 2015
EVANGELIO DEL DOMINGO XIIIº DEL TIEMPO ORDINARIO
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 5, 21-43
En aquel tiempo Jesús atravesó de nuevo a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al lago. Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y al verlo se echó a sus pies, rogándole con insistencia:
–Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva.
Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba.
[Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos y se había gastado en eso toda su fortuna; pero en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con solo tocarle el vestido, curaría.
Inmediatamente se seco la fuente de sus hemorragias y notó que su cuerpo estaba curado. Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio de la gente, preguntando:
–¿Quién me ha tocado el manto?
Los discípulos le contestaron:
–Ves como te apretuja la gente y preguntas: «¿quién me ha tocado ?»
El seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo. El le dijo:
–Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud.
Todavía estaba hablando, cuando] llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle:
–Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?
Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:
–No temas; basta que tengas fe.
No permitió que lo acompañara nadie más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos. Entro y les dijo:
–¿Qué estrépito y qué lloros son estos ? La niña no está muerta, esta dormida.
Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos, y con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo:
–Talitha qumi (que significa: contigo hablo, niña, levántate).
La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar –tenía doce años–.Y se quedaron viendo visiones.
Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.
–Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva.
Jesús se fue con él, acompañado de mucha gente que lo apretujaba.
[Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Muchos médicos la habían sometido a toda clase de tratamientos y se había gastado en eso toda su fortuna; pero en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando que con solo tocarle el vestido, curaría.
Inmediatamente se seco la fuente de sus hemorragias y notó que su cuerpo estaba curado. Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió en seguida, en medio de la gente, preguntando:
–¿Quién me ha tocado el manto?
Los discípulos le contestaron:
–Ves como te apretuja la gente y preguntas: «¿quién me ha tocado ?»
El seguía mirando alrededor, para ver quién había sido. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que había pasado, se le echó a los pies y le confesó todo. El le dijo:
–Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud.
Todavía estaba hablando, cuando] llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle:
–Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?
Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga:
–No temas; basta que tengas fe.
No permitió que lo acompañara nadie más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encontró el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos. Entro y les dijo:
–¿Qué estrépito y qué lloros son estos ? La niña no está muerta, esta dormida.
Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos, y con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo:
–Talitha qumi (que significa: contigo hablo, niña, levántate).
La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar –tenía doce años–.Y se quedaron viendo visiones.
Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.
Palabra del Señor
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HERIDAS SECRETAS
No conocemos su nombre. Es una mujer insignificante, perdida en medio del gentío que sigue a Jesús. No se atreve a hablar con él como Jairo, el jefe de la sinagoga, que ha conseguido que Jesús se dirija hacia su casa. Ella no podrá tener nunca esa suerte.
Nadie sabe que es una mujer marcada por una enfermedad secreta. Los maestros de la Ley le han enseñado a mirarse como una mujer «impura», mientras tenga pérdidas de sangre. Se ha pasado muchos años buscando un curador, pero nadie ha logrado sanarla. ¿Dónde podrá encontrar la salud que necesita para vivir con dignidad?
Muchas personas viven entre nosotros experiencias parecidas. Humilladas por heridas secretas que nadie conoce, sin fuerzas para confiar a alguien su «enfermedad», buscan ayuda, paz y consuelo sin saber dónde encontrarlos. Se sienten culpables cuando muchas veces solo son víctimas.
Personas buenas que se sienten indignas de acercarse a recibir a Cristo en la comunión; cristianos piadosos que han vivido sufriendo de manera insana porque se les enseñó a ver como sucio, humillante y pecaminoso todo lo relacionado con el sexo; creyentes que, al final de su vida, no saben cómo romper la cadena de confesiones y comuniones supuestamente sacrílegas… ¿No podrán conocer nunca la paz?
Según el relato, la mujer enferma «oye hablar de Jesús» e intuye que está ante alguien que puede arrancar la «impureza» de su cuerpo y de su vida entera. Jesús no habla de dignidad o indignidad. Su mensaje habla de amor. Su persona irradia fuerza curadora.
La mujer busca su propio camino para encontrarse con Jesús. No se siente con fuerzas para mirarle a los ojos: se acercará por detrás. Le da vergüenza hablarle de su enfermedad: actuará calladamente. No puede tocarlo físicamente: le tocará solo el manto. No importa. No importa nada. Para sentirse limpia basta esa confianza grande en Jesús.
Lo dice él mismo. Esta mujer no se ha de avergonzar ante nadie. Lo que ha hecho no es malo. Es un gesto de fe. Jesús tiene sus caminos para curar heridas secretas, y decir a quienes lo buscan:
«Hija, hijo, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud.»
lunes, 22 de junio de 2015
MIÉRCOLES 24 SAN JUAN BAUTISTA
El próximo miércoles, día 24 en Iglesia celebramos la Solemnidad del nacimiento de San Juan Bautista. Es el único santo que celebramos su nacimiento después del
nacimiento de Jesús el 25 de diciembre y el de María el 8 de septiembre.
¿Porqué?
1.- El Evangelio de San Lucas comienza con el anuncio y el nacimiento de Juan Bautista, pero sobretodo, después del anuncio del nacimiento de Jesús, María va a visitar a su prima Santa Isabel, en cuanto Isabel oyó el saludo de María la criatura se llenó de alegría e Isabel quedó llena del Espíritu Santo. Por lo que siempre se ha considerado que San Juan fue santificado en el vientre de su madre, por eso su nacimiento fue motivo de alegría para muchos.
2.-Pero hay otra razón más importante todavía es la relación que existe entre el nacimiento de San Juan y el de Jesús, cuya celebración nos da a entender la identidad de ambos.
San Juan solía decir cosas como estas: "En medio de vosotros hay uno que no conocéis que viene después de mi y al que yo no soy digno de desatar la correa de las sandalias", "Conviene que Él crezca y que y mengüe".
Expresiones como estas indican que Juan tenía muy claro quien era él y quien era Jesús. Juan sólo había venido a preparar el camino del Señor, el importante era el Señor y no él. Esta verdad se manifiesta en las fechas elegidas para celebrar el nacimiento de ambos: .
El 25 de diciembre fiesta del nacimiento del Señor es el día del solsticio de invierno, cuando el sol comienza a crecer y ganarle parte a la noche. El nacimiento de Cristo es la victoria de la luz sobre la oscuridad por eso se celebra el día del sol naciente.
El 24 de junio, medio año antes, es el solsticio de verano, donde la noche comienza a ganarle parte al día; a partir del cual las tinieblas se apoderan de la luz. Es el día del sol menguante. De ahí la tradición de las hogueras que se encienden en la víspera como queriendo ayudar al sol en su agonía. Celebrar ese día el nacimiento del Bautista es para que se vea claro que él tiene que menguar
para que Cristo crezca.
Nuestra vocación de cristianos es la misma que San Juan nosotros tenemos que menguar para que crezca Cristo.
viernes, 19 de junio de 2015
EVANGELIO DEL DOMINGO XIIº DEL TIEMPO ORDINARIO
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 4, 35-40
Aquel día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla». Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido sobre un almohadón. Lo despertaron diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?» Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: «¡Silencio, cállate!» El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo: «¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?» Se quedaron espantados y se decían unos a otros: «¿Pero, quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!»
Palabra del Señor
.
¿POR QUÉ SOMOS TAN COBARDES?
«¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?». Estas dos preguntas que Jesús dirige a sus discípulos no son, para el evangelista Marcos, una anécdota del pasado. Son las preguntas que han de escuchar los seguidores de Jesús en medio de sus crisis. Las preguntas que nos hemos de hacer también hoy: ¿Dónde está la raíz de nuestra cobardía? ¿Por qué tenemos miedo ante el futuro? ¿Es porque nos falta fe en Jesucristo?
El relato es breve. Todo comienza con una orden de Jesús: «Vamos a la otra orilla». Los discípulos saben que en la otra orilla del lago Tiberíades está el territorio pagano de la Decápolis. Un país diferente y extraño. Una cultura hostil a su religión y creencias.
De pronto se levanta una fuerte tempestad, metáfora gráfica de lo que sucede en el grupo de discípulos. El viento huracanado, las olas que rompen contra la barca, el agua que comienza a invadirlo todo, expresan bien la situación: ¿Qué podrán los seguidores de Jesús ante la hostilidad del mundo pagano? No solo está en peligro su misión, sino incluso la supervivencia misma del grupo.
Despertado por sus discípulos, Jesús interviene, el viento cesa y sobre el lago viene una gran calma. Lo sorprendente es que los discípulos «se quedan espantados». Antes tenían miedo a la tempestad. Ahora parecen temer a Jesús. Sin embargo, algo decisivo se ha producido en ellos: han recurrido a Jesús; han podido experimentar en él una fuerza salvadora que no conocían; comienzan a preguntarse por su identidad. Comienzan a intuir que con él todo es posible.
El cristianismo se encuentra hoy en medio de una «fuerte tempestad» y el miedo comienza a apoderarse de nosotros. No nos atrevemos a pasar a la «otra orilla». La cultura moderna nos resulta un país extraño y hostil. El futuro nos da miedo. La creatividad parece prohibida.Algunos creen más seguro mirar hacia atrás para mejor ir adelante.
Jesús nos puede sorprender a todos. El Resucitado tiene fuerza para inaugurar una fase nueva en la historia del cristianismo. Solo se nos pide fe. Una fe que nos libere de tanto miedo y cobardía, y nos comprometa a caminar tras las huellas de Jesús.
lunes, 15 de junio de 2015
ONTINYENT EN LOURDES
Del 24 al 28 de junio se celebra la peregrinación de la Hospitalidad Valenciana de Ntra. Sra. de Lourdes, presidida por nuestro Arzobispo, D. Antonio; en la que participamos en las parroquias de Ontinyent como enfermos, peregrinos y voluntarios (Enfermeras y Brancadiers), acompañados por los sacerdotes de Santa María y San José
Es una de las experiencias de fe más bonitas que se pueden tener: vivir con los enfermos una fe que supera las barreras del dolor, y fortalece la esperanza de afrontar las dificultades desde la alegría de la Madre, que Jesús nos regaló, y que cuida con ternura de sus hijos; además de participar en la Liturgia de los Sacramentos y las procesiones del Santísimo y de Antorchas.
Por mucho que uno vaya a Lourdes nunca podrá vivir con la intensidad de fe y alegría que se vive en la peregrinación de la Hospitalidad.
Es verdad que el precio puede parecer algo caro, pero hay que pensar que se está ayudando a pagar las plazas del hospital donde nuestros enfermos están albergados los tres días de la peregrinación. Es una forma de solidaridad con nuestros hermanos que están viviendo las dificultades de la enfermedad.
Acordaos del jueves 24 al domingo 28 rezar por los que están en Lourdes, pues ellos también, ante la gruta de la Virgen María, rezan por nosotros.
viernes, 12 de junio de 2015
EVANGELIO DEL DOMINGO XIº DEL TIEMPO ORDINARIO
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 4, 26-34
En aquel tiempo decía Jesús a las turbas:
–El Reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra.
Él duerme de noche, y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega.
Dijo también:
–¿Con qué podemos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después, brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas.
Con muchas parábolas parecidas les exponía la Palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.
Palabra del Señor
.
PEQUEÑAS SEMILLAS
Vivimos ahogados por las malas noticias. Emisoras de radio y televisión, noticiarios y reportajes descargan sobre nosotros una avalancha de noticias de odios, guerras, hambres y violencias, escándalos grandes y pequeños. Los «vendedores de sensacionalismo» no parecen encontrar otra cosa más notable en nuestro planeta.
La increíble velocidad con que se difunden las noticias nos deja aturdidos y desconcertados. ¿Qué puede hacer uno ante tanto sufrimiento? Cada vez estamos mejor informados del mal que asola a la humanidad entera, y cada vez nos sentimos más impotentes para afrontarlo.
La ciencia nos ha querido convencer de que los problemas se pueden resolver con más poder tecnológico, y nos ha lanzado a todos a una gigantesca organización y racionalización de la vida. Pero este poder organizado no está ya en manos de las personas sino en las estructuras. Se ha convertido en «un poder invisible» que se sitúa más allá del alcance de cada individuo.
Entonces, la tentación de inhibirnos es grande. ¿Qué puedo hacer yo para mejorar esta sociedad? ¿No son los dirigentes políticos y religiosos quienes han de promover los cambios que se necesitan para avanzar hacia una convivencia más digna, más humana y dichosa?
No es así. Hay en el evangelio una llamada dirigida a todos, y que consiste ensembrar pequeñas semillas de una nueva humanidad. Jesús no habla de cosas grandes. El reino de Dios es algo muy humilde y modesto en sus orígenes. Algo que puede pasar tan desapercibido como la semilla más pequeña, pero que está llamado a crecer y fructificar de manera insospechada.
Quizás necesitamos aprender de nuevo a valorar las cosas pequeñas y los pequeños gestos. No nos sentimos llamados a ser héroes ni mártires cada día, pero a todos se nos invita a vivir poniendo un poco de dignidad en cada rincón de nuestro pequeño mundo. Un gesto amistoso al que vive desconcertado, una sonrisa acogedora a quien está solo, una señal de cercanía a quien comienza a desesperar, un rayo de pequeña alegría en un corazón agobiado… no son cosas grandes. Son pequeñas semillas del reino de Dios que todos podemos sembrar en una sociedad complicada y triste, que ha olvidado el encanto de las cosas sencillas y buenas.
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lunes, 8 de junio de 2015
LOS JUNIORS VAN A REALIZAR UNA OBRA.
Como bien han podido observar en el patio de la parroquia, se van a acometer obras en ese lugar, para conseguir unas mejoras que repercutan en bien de todos.
Los juniors tomaron la decisión de construir un almacén subterráneo para los enseres que utilizan durante el curso y los campamentos, con ello se dejaría de utilizar la nave que hasta ahora tenían alquilada; y además, se va construir una cocina para su servicio, sobretodo en fallas, y que podrán utilizar todos los grupos de la parroquia.
Aprovechando la ocasión, en la parte superior del sótano ampliaremos la sacristía y construiremos dos
nuevos servicios, uno de ellos adaptado para minusválidos, y una habitación para la limpieza.Las obras empezarán el lunes 22 de junio, una vez finalice el curso escolar.
VIGILIA DE ORACIÓN DE JÓVENES CON EL ARZOBISPO EL PRÓXIMO VIERNES EN AGRES
El próximo viernes 12, a las 22 horas,
tendrá lugar la Vigilia de oración de
jóvenes con el arzobispo, en
el Santuario de Ia Virgen de Agres.
FIN DE CURSO DEL COLEGIO SAN JOSÉ
El próximo viernes 12 de junio tendrá lugar el fin de curso del Colegio San José, a las 9'30h celebraremos la Eucaristía de fin de curso con la despedida de los alumnos de 4° de ESO,
por la tarde, a las 19h será el momento del gran festival, y concluiremos el día con la cena en el patio, con la presencia de padres, alumnos y profesores.
FIN DE CURSO PARROQUIAL
El próximo sábado 13 de junio tendrá lugar el fin de curso parroquial, a las 20h celebraremos la Eucaristía de fin de curso donde están convocados todos los grupos parroquiales, y posteriormente en el patio tendrá lugar la cena, y estará amenizada con música Los tickets se pueden adquirir en la sacristía al precio de 10 euros, hasta el jueves día 11.
iii Animamos a todos a participar!!!
FIN DE CURSO DEL DOBLE AMOR
El próximo domingo 14 de junio tendrá lugar el fin de curso del Doble Amor a las 18 h juegos deportivos en el patio, y posteriormente merienda.
ACTIVIDADES DE VERANO PARA JÓVENES ORGANIZADAS POR LA DIÓCESIS DE VALENCIA
1.- Proyecto construir la nueva ciudad. Del 12 al 19 de julio. Misión joven en diferentes realidades de nuestra sociedad.
2.- Una semana en Taizé en verano. Con motivo del próximo encuentro europeo de Taizé en Valencia en fin de año, la diócesis propone varias semanas en Taizé durante el verano, para conocer y calentar motores para ese encuentro.
3.- Encuentro Europeo de jóvenes en Ávila del 5 al 9 de agosto. El encuentro será un momento de convivencia entre jóvenes cristianos de España y de otros países de Europa para conmemorar el quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús (1515).
Si desean más información sobre estas actividades no duden en preguntar a los vicarios de la parroquia.
LOTERÍA PRO-OBRAS EXTRA DE VERANO
Está a la venta las participaciones de la Lotería de Verano, extra de vacaciones, a beneficio de las obras. Jugamos a los números 46.007 y 54.359 de la lotería cuyo sorteo es el 4 de Julio.Os invitamos a participar en la compra y en la venta.
¡Muchísimas gracias!
sábado, 6 de junio de 2015
EVANGELIO DEL CORPUS CHRISTI
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 14,12-16.22-26
El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?»
Él envió a dos discípulos, diciéndoles: «Id a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo y, en la casa en que entre, decidle al dueño: “El Maestro pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?” Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena.»
Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua.
Mientras comían. Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo: «Tomad, esto es mi cuerpo.» Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio, y todos bebieron. Y les dijo: «Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios.»
Después de cantar el salmo, salieron para el monte de los Olivos.
Él envió a dos discípulos, diciéndoles: «Id a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo y, en la casa en que entre, decidle al dueño: “El Maestro pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?” Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena.»
Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua.
Mientras comían. Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo: «Tomad, esto es mi cuerpo.» Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio, y todos bebieron. Y les dijo: «Ésta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos. Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios.»
Después de cantar el salmo, salieron para el monte de los Olivos.
Palabra del Señor
LA CENA DEL SEÑOR
Los estudios sociológicos lo destacan con datos contundentes: los cristianos de nuestras iglesias occidentales están abandonando la misa dominical. La celebración, tal como ha quedado configurada a lo largo de los siglos, ya no es capaz de nutrir su fe ni de vincularlos a la comunidad de Jesús.
Lo sorprendente es que estamos dejando que la misa «se pierda» sin que este hecho apenas provoque reacción alguna entre nosotros. ¿No es la eucaristía el centro de la vida cristiana? ¿Cómo podemos permanecer pasivos, sin capacidad de tomar iniciativa alguna? ¿Por qué la jerarquía permanece tan callada e inmóvil? ¿Por qué los creyentes no manifestamos nuestra preocupación con más fuerza y dolor?
La desafección por la misa está creciendo incluso entre quienes participan en ella de manera responsable e incondicional. Es la fidelidad ejemplar de estas minorías la que está sosteniendo a las comunidades, pero ¿podrá la misa seguir viva solo a base de medidas protectoras que aseguren el cumplimiento del rito actual?
Las preguntas son inevitables: ¿No necesita la Iglesia en su centro una experiencia más viva y encarnada de la cena del Señor que la que ofrece la liturgia actual? ¿Estamos tan seguros de estar haciendo hoy bien lo que Jesús quiso que hiciéramos en memoria suya?
¿Es la liturgia que nosotros venimos repitiendo desde siglos la que mejor puede ayudar en estos tiempos a los creyentes a vivir lo que vivió Jesús en aquella cena memorable donde se concentra, se recapitula y se manifiesta cómo y para qué vivió y murió? ¿Es la que más nos puede atraer a vivir como discípulos suyos al servicio de su proyecto del reino del Padre?
Hoy todo parece oponerse a la reforma de la misa. Sin embargo, cada vez será más necesaria si la Iglesia quiere vivir del contacto vital con Jesucristo. El camino será largo. La transformación será posible cuando la Iglesia sienta con más fuerza la necesidad de recordar a Jesús y vivir de su Espíritu. Por eso también ahora lo más responsable no es ausentarse de la misa, sino contribuir a la conversión a Jesucristo.
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