Este domingo es la Jornada de Valencia Misionera, una jornada histórica, pues ha crecido mucho nuestro campo de Misión. Vamos a ayudar a dos vicariatos en el Amazonas del Perú. Son muy pobres en recursos humanos y materiales. Llevan unos años que no reciben misioneros y los que por la edad dejan el puesto de misión, no son sustituidos, se cierra la misión.
Vamos a pedir por esos indígenas para que encuentren el socorro que piden en nosotros, para que se ofrezcan misioneros de nuestra diócesis para reabrir aquella misión y nuestros donativos para mantener a los misioneros, que no pueden sufragar el transporte para visitar los poblados.
También, para ayudar a todos los misioneros en su mantenimiento y el de sus proyectos en sanidad y educación. En dignidad humana.
Necesitamos oraciones, disponibilidad para ir y mucha generosidad para poder hacer frente a la atención de esas tribus amazónicas; especialmente queridas por Dios, por ser últimos entre los últimos, como nos recuerda el Papa Francisco. Así nuestra diócesis será sarmiento que da fruto.