Bendición
de la mesa en Noche Buena y Navidad
Bendice, Señor, nuestra
mesa.
Por
una noche al menos, quisiéramos que el mundo fuera una gran familia: sin
guerras, sin miseria, sin hambre, sin dolor...; y con algo más de música y de
justicia.
Que
este hogar, Jesús, acoja tu palabra de amor y de perdón y siempre estés tú
presente.
Consérvanos unidos.
Consérvanos unidos.
Danos
durante todo el año paz y trabajo.
Danos
fuerzas para ser personas justas, comprensivas, entrañables, comprometidas por
un mundo mejor.
Así
habrá muchas “noches-buenas” y “días-buenos”.
Eres bienvenido, Señor, siempre a esta casa.
Y confiamos que Tú nos reúnas también un día en tu Casa para celebrar la eterna Navidad.
Amén.