El día 1 de Enero estrenamos un año nuevo, es también la Octava
de Navidad; pero, sobre todo, celebramos la Maternidad de la Virgen María. El
Hijo de Dios tomó carne en el seno de la Virgen María por gracia del Espíritu
Santo, y ella es verdadera madre de Jesucristo, Dios y Hombre, por eso la
llamamos "Mare de Deu".
María ha sido la
autentica protagonista en el tiempo de Adviento. Ella, junto con San Juan
Bautista, y los profetas (de modo especial el profeta Isaías), han sido los
personajes que la Iglesia nos propone como modelos de saber esperar y preparar
la venida del Señor. Además en la última semana y en el cuarto Domingo de
Adviento, la hemos contemplado diciéndole "SI" a Dios, acogiendo en
su corazón los planes de Dios y en su seno al Hijo de Dios. María ha
representado a toda la humanidad en esa obediencia al Padre, y gracias a ella
nos ha venido la redención.
Pero para ello
Dios, previamente, la preparó desde el primer momento de su Concepción,
llenándola de Gracia y haciéndola Purísima para que se su vientre pudiera tomar
carne el Hijo de Dios. Eso lo celebramos en las pasadas Fiestas de la Purísima.
Todo este mes
mariano tiene su culmen en la celebración de su Maternidad el próximo día 1 de
Enero. Esta es la fiesta más importante de María, puesto que para poder ser
Madre de Dios tuvo que ser purísima y por ser Madre de Dios fue llevada al
Cielo en cuerpo y alma.
Los Sacerdotes queremos felicitaros a todos
deseándoos:
Un feliz Año Nuevo