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lunes, 22 de junio de 2015

MIÉRCOLES 24 SAN JUAN BAUTISTA


El próximo miércoles, día 24 en Iglesia celebramos la Solemnidad del nacimiento de San Juan Bautista. Es el único santo que celebramos su nacimiento después del
nacimiento de Jesús el 25 de diciembre y el de María el 8 de septiembre.
¿Porqué?
1.- El Evangelio de San Lucas comienza con el anuncio y el nacimiento de Juan Bautista, pero sobretodo, después del anuncio del nacimiento de Jesús, María va a visitar a su prima Santa Isabel, en cuanto Isabel oyó el saludo de María la criatura se llenó de alegría e Isabel quedó llena del Espíritu Santo. Por lo que siempre se ha considerado que San Juan fue santificado en el vientre de su madre, por eso su nacimiento fue motivo de alegría para muchos.
2.-Pero hay otra razón más importante todavía es la relación que existe entre el nacimiento de San Juan y el de Jesús, cuya celebración nos da a entender la identidad de ambos.
San Juan solía decir cosas como estas: "En medio de vosotros hay uno que no conocéis que viene después de mi y al que yo no soy digno de desatar la correa de las sandalias", "Conviene que Él crezca y que y mengüe".
Expresiones como estas indican que Juan tenía muy claro quien era él y quien era Jesús. Juan sólo había venido a preparar el camino del Señor, el importante era el Señor y no él. Esta verdad se manifiesta en las fechas elegidas para celebrar el nacimiento de ambos: .
El 25 de diciembre fiesta del nacimiento del Señor es el día del solsticio de invierno, cuando el sol comienza a crecer y ganarle parte a la noche. El nacimiento de Cristo es la victoria de la luz sobre la oscuridad por eso se celebra el día del sol naciente.
El 24 de junio, medio año antes, es el solsticio de verano, donde la noche comienza a ganarle parte al día; a partir del cual las tinieblas se apoderan de la luz. Es el día del sol menguante. De ahí la tradición de las hogueras que se encienden en la víspera como queriendo ayudar al sol en su agonía. Celebrar ese día el nacimiento del Bautista es para que se vea claro que él tiene que menguar
para que Cristo crezca.
Nuestra vocación de cristianos es la misma que San Juan nosotros tenemos que menguar para que crezca Cristo.